Una piedra en el fondo del mar
Ni la mirada penetrante del astro rey o los vientos que rugen en la superficie logran alcanzar tan insondable abismo.
¿Pero si la mirada del águila cabalgando soberbia en los cielos
Pudiese escudriñar su triste morada ?
¿O algún satélite artificial en el espacio, descubriera
su posición en la descomunal masa de agua?.
O Quizás un submarino nuclear, con su poderoso sonar, halle su recinto en las entrañas del océano.
Si sucediera, esta piedra regresaría para vivir entre los de su especie.
Pero no, no podrán, no lo lograran, las tinieblas a su alrededor serán su única compañía
¿Y si intenta ser arrastrada por las corrientes submarinas? ¿Y si espera que algún gran pez le trague para luego arrojarle sobre la playa?
No, no ocurrirá así.
¿Deberá entonces acostumbrarse a tan siniestra fosa? ¿Será su averno la liquida inmensidad?
Será la soledad su única súbdita en el eterno reinado de la desdicha.
¿Es que la desventura no se cansa de perseguir a los que moran en las arenosas cavernas del colosal mar?
¿Que puede hacer esta piedra para evitar su infortunado destino?
Que puede hacer si es su propio peso lo que la condujo a la amarga tribulación.
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